Uno de los conceptos clave por los que una persona puede ser indemnizada tras sufrir un accidente de tráfico es el perjuicio moral por pérdida de calidad de vida.
En este artículo, te explicamos en qué casos se produce, cómo se calcula la indemnización, y por qué es fundamental contar con un abogado especializado para maximizar tu compensación.
Tabla de contenidos
El perjuicio moral por pérdida de calidad de vida es un concepto se contempla en que contempla la jurisprudencia de perjuicio moral por pérdida de calidad de vida. Concretamente en el artículo 107 de la Ley 35/2015, de 22 de septiembre.
Este artículo establece que la indemnización por pérdida de calidad de vida tiene como objetivo compensar el daño moral causado por las secuelas que impiden o limitan la autonomía personal para realizar las actividades esenciales de la vida diaria, así como las actividades específicas que contribuyen al desarrollo personal.
Este tipo de indemnización se puede reclamar cuando las lesiones sufridas en un accidente resultan en secuelas que limitan o impiden la realización de actividades esenciales o específicas de desarrollo personal.
Para que una persona lesionada pueda reclamar este perjuicio, es necesario que haya completado su proceso de curación.
Las actividades esenciales de la vida diaria, según el artículo 51 de la Ley 35/2015, incluyen comer, beber, asearse, vestirse, sentarse, levantarse, acostarse, controlar los esfínteres, desplazarse, realizar tareas domésticas, manejar dispositivos, tomar decisiones y otras actividades similares que son fundamentales para la autosuficiencia física, intelectual, sensorial u orgánica.
Las actividades específicas de desarrollo personal, definidas en el artículo 54 de la misma ley, abarcan el disfrute o placer, la vida de relación, la actividad sexual, el ocio, la práctica de deportes, la formación, y el desempeño de una profesión o trabajo.
El artículo 108 de la Ley 35/2015 distingue cuatro grados de perjuicio moral por pérdida de calidad de vida:
Este grado se aplica cuando la persona lesionada ha perdido su autonomía personal para llevar a cabo casi todas las actividades esenciales de la vida diaria.
En estos casos, la indemnización es considerablemente alta debido a la gravedad de la afectación.
Se considera grave cuando el lesionado ha perdido su autonomía personal para realizar algunas actividades esenciales o la mayoría de sus actividades específicas de desarrollo personal.
También se incluye en este grado la pérdida total de la capacidad para desempeñar una actividad laboral o profesional, lo cual puede dar lugar a una indemnización adicional por lucro cesante derivado de la incapacidad permanente absoluta.
En este caso, el lesionado ha perdido la capacidad para realizar una parte importante de sus actividades específicas de desarrollo personal.
Además, la pérdida de la actividad laboral o profesional que se venía ejerciendo se considera un perjuicio moderado.
Se considera leve cuando el lesionado con secuelas de más de seis puntos ha perdido la capacidad de realizar actividades específicas que son particularmente significativas para su desarrollo personal.
También se clasifica como leve la limitación o pérdida parcial de la actividad laboral o profesional que se venía ejerciendo, independientemente del número de puntos asignados a las secuelas.
Para calcular la indemnización por daños morales se realiza utilizando un baremo de daños morales específico que establece una horquilla indemnizatoria con un mínimo y un máximo en euros para cada grado de perjuicio.
Esta tabla de indemnizaciones por daños morales, que se actualiza anualmente, se encuentra en el baremo de indemnizaciones en accidentes de tráfico.
Para 2024, las indemnizaciones según el grado de perjuicio moral son las siguientes:
Es fundamental contar con el apoyo de un abogado especialista en accidentes de tráfico para asegurar que la valoración de las secuelas y la correspondiente indemnización se realice de manera justa. Las aseguradoras suelen intentar minimizar estos pagos, por lo que un asesor legal experimentado puede ser crucial para obtener la compensación completa.
La Ley 35/2015 también contempla el perjuicio moral por pérdida de calidad de vida para los familiares de grandes lesionados, definido en su artículo 110.
Esta indemnización busca compensar la alteración significativa que sufren los familiares que deben prestar cuidados y atención continua a los lesionados que han perdido la autonomía personal para realizar casi todas las actividades esenciales de la vida diaria.
La indemnización para estos casos en 2024 oscila entre 37.064,58 y 179.145,45 euros, dependiendo del grado de dedicación que requieran los cuidados, cómo estos afectan la vida del familiar, y la edad de la persona lesionada.
El perjuicio moral por pérdida de calidad de vida es un concepto complejo y muchas veces sujeto a la interpretación de los jueces.
Las aseguradoras, conscientes de la alta cuantía de estas indemnizaciones, suelen poner trabas a su reconocimiento y valorar a la baja los daños sufridos.
