Los accidentes de tráfico, en muchas ocasiones, no se quedan en lo ocurrido durante el siniestro.
Esto puede ir mucho más allá de lo inmediato, hasta el punto de dejar secuelas que estén afectando a nuestras vidas de manera permanente.
Para estos casos, es imprescindible contar con el asesoramiento de un abogado experto en indemnización por accidentes para calcular tu indemnización de manera adecuada.
Así que si te has preguntado cuánto pagan por cada punto de secuela o cómo es la tabla de valoración de puntos de secuelas para una indemnización directa, quédate para descubrirlo.
Vayamos por pasos.
Tabla de contenidos
Para saber cómo calcula los puntos de secuelas, es imprescindible conocer qué tipo de perjuicio es el tuyo en tu accidente de tráfico.
Las secuelas de un accidente de tráfico pueden variar enormemente en gravedad y tipo y afectan de manera significativa la vida del lesionado.
El perjuicio personal básico es aquel que se refiere a la compensación destinada a cubrir las secuelas físicas y estéticas directas del accidente.
Veámoslas una a una.
Este tipo de secuelas abarcan daños físicos que afectan la capacidad de movimiento, la funcionalidad de los órganos o cualquier aspecto que limite las actividades diarias del lesionado.
La evaluación de estas secuelas se realiza mediante un baremo que asigna puntos según la gravedad y el impacto en la vida del individuo.
Mientras tanto, las estéticas incluyen cicatrices, desfiguraciones o cualquier alteración de la apariencia que pueda tener un impacto psicológico en la víctima.
Estas se evalúan no solo por su visibilidad, sino también por cómo afectan la imagen propia del afectado, su bienestar emocional y su interacción con otros.
Ahora que lo tenemos claro, pasemos a otro tipo de perjuicio.
Este tipo de perjuicio implica a los daños que van más allá de lo físico.
Y sí, también se incluye el impacto emocional y psicológico de las secuelas.
La compensación por estos daños busca aliviar el sufrimiento del lesionado y mejorar su calidad de vida postaccidente.
Pero, claro, existen diferentes tipos de daños que vamos a ver a continuación.
A estos daños se le atribuyen compensaciones adicionales otorgadas por el sufrimiento emocional y psicológico derivado de las secuelas físicas, orgánicas o sensoriales, permanentes.
Para ello, la indemnización busca aliviar el dolor y la angustia causados por la adaptación a una nueva realidad postaccidente.
La indemnización por daños morales complementarios al perjuicio estético, se otorga en reconocimiento del impacto emocional y social que las secuelas visibles pueden tener en la vida del lesionado.
¿Tu calidad de vida o la de la víctima del accidente se ha reducido significativamente?
En ese caso este perjuicio es el indicado, ya que las secuelas del accidente han tenido un impacto en ella.
Si la vida de un familiar ha cambiado considerablemente tras un accidente de tráfico porque debe ajustar su vida tras él, este es el perjuicio que se debe tener en cuenta para la indemnización.
Estamos hablando, por ejemplo, de estrés emocional, carga financiera o la pérdida de calidad de vida que experimentan los cuidadores.
Es el caso de aquellos familiares que, si fuera el caso, tuvieran que cuidar del accidentando durante las veinticuatro horas del día y renunciar a cómo era su vida anteriormente.
Este se contempla para poder reconocer el dolor y el sufrimiento emocional experimentados por la madre y la familia que envolvía al feto.
Como su propio nombre indica, se utiliza en situaciones excepcionales o extraordinarias que no se podrían ajustar en el resto de categorías de indemnización, pero que, aun así, merecen ser compensadas.
Esto puede incluir casos donde las secuelas del accidente han dado como resultado circunstancias particularmente devastadoras o inusuales para el lesionado o su familia.
Por ejemplo, podría ser un estudiante que sufre un accidente con secuelas sin haber podido alcanzar la titulación necesaria para desempeñar su profesión y, ante la imposibilidad de sacar el título, ya no podrá desarrollarse trabajando en aquello para lo que se estaba preparando.
El perjuicio patrimonial es esa compensación destinada a cubrir las pérdidas económicas resultantes de las secuelas del accidente.
Esto incluye tanto los gastos inmediatos como las pérdidas futuras relacionadas con la capacidad de ganancia y la necesidad de asistencia continua.
Veámoslas a continuación.
Este daño se refiere a los costos directos e inmediatos resultantes de las secuelas del accidente.
Es el caso de los gastos médicos, los tratamientos de rehabilitación y las adaptaciones necesarias en el hogar o el vehículo del lesionado.
Incluye los costos médicos futuros relacionados directamente con las secuelas del accidente.
Cubre la compra y mantenimiento de dispositivos necesarios para la recuperación o mejora de la calidad de vida del lesionado.
Es decir, en el caso de un daño corporal, la tabla de valoración de puntos de secuelas te añadirá una serie de puntos en el caso de que se necesiten prótesis, sillas de ruedas y otros equipos médicos.
Refiere a los costos asociados con la rehabilitación que el lesionado debe seguir en su hogar o en instalaciones ambulatorias, incluyendo terapias físicas, ocupacionales y psicológicas.
Este apartado cubre los gastos derivados de la necesidad de asistencia para realizar actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y desplazarse.
El lucro cesante refleja la pérdida de ingresos futuros y oportunidades laborales como resultado directo de las secuelas del accidente.
Para este cálculo, se debe tener en cuenta la carrera previa del lesionado, su edad y cómo las secuelas han afectado su habilidad para trabajar.
Este punto aborda la compensación para aquellos cuya capacidad para trabajar se ha visto afectada, resultando en una pérdida de ingresos.
Considera la indemnización para jóvenes lesionados que aún no han comenzado su vida laboral, pero cuyas perspectivas futuras se han visto comprometidas.
Reconoce la contribución económica y social de las personas dedicadas al cuidado del hogar y cómo las secuelas pueden afectar esta importante labor.
Te dejamos por aquí un ejemplo práctico de lucro cesante para que lo comprendas.
Sofía, una madre de familia que ejerce como abogada, se vio involucrada en un grave accidente de tráfico mientras viajaba en su coche.
El incidente lo provocó la negligencia de otro conductor.
A pesar de sobrevivir al accidente, las lesiones que sufrió fueron tan severas que le impidieron continuar con su trabajo como abogada.
Después de años de lucha contra estas secuelas, Sofía lamentablemente fallece debido a complicaciones relacionadas con sus heridas.
Su familia, además de enfrentar la trágica pérdida, se ve afectada por la ausencia de los ingresos que Sofía solía aportar al hogar.
Este caso ilustra una situación de responsabilidad extracontractual, donde el lucro cesante surge como consecuencia de las lesiones provocadas por la negligencia de otro conductor.
En virtud del artículo 1902 del Código Civil, en casos de culpa extracontractual, el responsable del daño está obligado a reparar los perjuicios ocasionados.
En este contexto, el daño comprende tanto el daño emergente (como los gastos médicos y otros costos) como el lucro cesante.
La pérdida de ingresos de Sofía debido a sus lesiones, culminando en su fallecimiento, son ejemplos de lucro cesante tanto futuro como actual.
Antes del juicio, Sofía ya se encontraba completamente incapacitada, dejando de percibir sus ingresos habituales derivados de su trabajo.
¿Te has quedado con algunas dudas? Por aquí te respondemos a las más comunes sobre estos temas.
Una secuela es cualquier daño permanente o de larga duración que afecta la salud física, mental o estética de una persona como resultado de un accidente de tráfico.
Cualquier persona que haya sufrido daños permanentes como resultado de un accidente de tráfico puede tener derecho a una indemnización por secuelas.
La indemnización se calcula con base en un baremo que asigna puntos a diferentes tipos de secuelas, considerando factores como la edad del lesionado y las circunstancias específicas del accidente.
La indemnización debe ser calculada por un experto, generalmente un abogado especializado en indemnizaciones por accidentes, con la ayuda de un médico que pueda evaluar adecuadamente las secuelas.
