¿Has sufrido una rotura de tibia y peroné y quieres saber cuánto te corresponde como indemnización?
A lo largo de este artículo vas a descubrir toda la información necesaria para descubrir cómo proceder.
Eso sí, siempre te recomendamos que acudas a un abogado especializado en accidentes para hacerte esta travesía mucho más sencilla.
Empecemos.
¿Cuál es la indemnización por una fractura de tibia y peroné en accidente?
Una fractura de tibia y peroné dada en un accidente suele conllevar compensaciones económicas bastante significativas.
Aunque, como siempre, la indemnización por accidente de tráfico varía según la gravedad de la fractura, las secuelas que deje, y los días de incapacidad.
Por norma general, esta compensación incluye cobertura de gastos médicos, pérdida de ingresos durante la recuperación, y una cantidad adicional por el dolor y sufrimiento causados.
También es importante saber que una fractura de tibia y peroné, puede acarrear un porcentaje de incapacidad que incrementa la cuantía de la indemnización.
Si quieres saber cuánto te puede corresponder, calcula tu indemnización en nuestra calculadora.
Días de incapacidad fractura de tibia o peroné
Aunque nos gustaría darte un número concreto, la realidad es que el período de incapacidad tras sufrir una fractura de tibia o peroné puede variar ampliamente.
Se clasifican en días de incapacidad temporal, donde el paciente está totalmente incapacitado para trabajar, seguidos por días de perjuicio personal básico, en los que la persona puede realizar actividades cotidianas, pero aún no está en condiciones de volver al trabajo.
En una fractura de tibia y peroné, el tiempo para caminar o reincorporarse completamente a las actividades diarias depende de la evolución de la recuperación y la rehabilitación adecuada.
Características de este tipo de fracturas
Ahora bien, ¿cuáles son las características de la rotura de tibia y peroné? Veámoslas en sus tipos.
Fractura de tibia y peroné
La rotura de tibia y peroné es común en accidentes de tráfico y puede ocurrir bajo una gran fuerza impactada en la pierna.
Dependiendo de la severidad, puede ser una fractura completa, en la cual el hueso se rompe en dos o más partes, o una fractura conminuta, en la que se fragmenta en múltiples piezas.
Fractura de la meseta tibial
Esta fractura afecta el extremo superior de la tibia e impacta directamente en la estabilidad y movilidad de la rodilla.
Suele requerir intervención quirúrgica para restaurar la superficie de la articulación y asegurar una alineación adecuada de la pierna.
Secuelas tras una fractura de tibia y peroné
Ya hemos mencionado que una rotura de tibia y peroné puede acarrear una serie de consecuencias en quien los sufre.
A continuación, te hablamos de ellas.
Pseudoartrosis
Es una de las complicaciones más graves donde el hueso fracturado no consolida adecuadamente y termina en una falta de unión ósea.
Puede necesitar tratamientos adicionales como más cirugías o terapias de estimulación ósea.
Consolidaciones en rotación y/o angulaciones
Cuando el hueso cura en una posición incorrecta, puede afectar la funcionalidad de la pierna y causar una marcha anormal, lo que a menudo requiere intervenciones correctivas.
Osteomielitis de tibia
Una complicación potencial es la osteomielitis, una infección ósea que puede surgir después de una fractura expuesta o el uso de material de osteosíntesis, y que generalmente requiere tratamiento prolongado con antibióticos y posibles cirugías adicionales.
Material de osteosíntesis tibia o peroné
El tratamiento para estabilizar la fractura puede incluir el uso de dispositivos como clavos, tornillos o placas.
Estos materiales ayudan a mantener la estabilidad hasta que se logra la consolidación, y pueden ser permanentes o requerir intervenciones futuras para su extracción.
Recomendaciones generales para la reclamación de una indemnización por fractura de tibia y peroné
Es vital consultar con un abogado especializado en accidentes de tráfico lo antes posible tras el incidente.
Un abogado puede proporcionar asesoramiento esencial sobre cómo proceder con la reclamación, ayudar a documentar adecuadamente las lesiones y las secuelas, y representar al accidentado en negociaciones con las compañías de seguros o en procedimientos legales.
Esto te asegura obtener la máxima indemnización posible y que se compense el daño que has sufrido después del accidente de tráfico.