¿Has escuchado hablar de la concurrencia de seguros?
Se da cuando un mismo objeto, como un coche o una vivienda, está asegurado de forma simultánea por varias aseguradoras.
Una situación que puede generar indemnizaciones superiores al valor real de dicho objeto, lo que contraviene la prohibición legal de enriquecimiento injusto del asegurado.
Una casuística que, aunque puede darse en diferentes tipos de seguro, suele ser más habitual en los seguros de vida y los accidentes, porque es más complicado determinar un valor fijo para cada cobertura.
¿Es lo mismo concurrencia de seguros que coaseguro?
Parecidos, pero no son lo mismo.
Te explicamos.
En la concurrencia de seguros, cada compañía actúa de forma independiente, sin conocer la existencia de otras pólizas sobre el mismo objeto.
Esto puede llevar a que las indemnizaciones combinadas superen el valor asegurado, lo cual está prohibido salvo en casos específicos como los seguros de vida.
En el coaseguro, las aseguradoras acuerdan desde el principio repartir el riesgo, con cada una asumiendo una parte proporcional del valor total asegurado.
Por ejemplo, en proyectos industriales o infraestructuras, varias aseguradoras comparten el riesgo y las indemnizaciones se distribuyen de acuerdo con la cuota pactada, evitando exceder el valor del objeto.
Esta diferencia es clave para entender cómo se gestionan los siniestros y qué impacto tiene en los asegurados y aseguradoras.
En el coaseguro, la transparencia y el acuerdo mutuo desde el inicio permiten una gestión clara de las responsabilidades y pagos.
A continuación profundizamos más para poder entrar en materia.
¿Qué implicaciones tiene la concurrencia de seguros?
Las implicaciones de la concurrencia de seguros son varias y es importante tenerlas en consideración.
La más evidente es el riesgo de que el asegurado reciba una indemnización superior al valor real del objeto asegurado, lo cual se considera un lucro indebido, como te adelantábamos al principio.
Las normativas sobre seguros prohíben esta situación para evitar fraudes y mantener la integridad del sistema asegurador.
Imagínate la situación si esto no fuera así. Más de una persona aseguraría un objeto de una determinada manera…
Y después haría de las suyas para llevarse la mayor cantidad de dinero posible.
Pero hay otros casos.
Por ejemplo, ¿qué pasa en los seguros de vida y accidentes?
Ahí todo se analiza desde una perspectiva distinta.
Como el valor de lo asegurado no es económico, sino personal, las indemnizaciones pueden sumarse sin restricciones.
Esto se debe a que la muerte o una invalidez permanente no pueden ser cuantificadas económicamente de manera precisa.
En estos casos, las aseguradoras pagan las indemnizaciones acordadas sin ajuste proporcional.
Mientras tanto, también tenemos los seguros de daños materiales, como los de coches o vivienda.
En estos casos, la concurrencia requiere una gestión detallada para evitar que las indemnizaciones excedan el valor real.
En caso de concurrencia, las aseguradoras suelen ajustar sus pagos de manera proporcional, basándose en el capital asegurado de cada póliza para evitar conflictos y asegurar un reparto justo de las responsabilidades.
Ejemplos de concurrencia de seguros
Un ejemplo común de concurrencia se da en seguros de coche, donde un vehículo puede estar cubierto por varias pólizas.
Esto puede suceder cuando, por ejemplo, el propietario tiene un seguro individual y también está cubierto por un seguro empresarial si utiliza el coche para trabajar.
En caso de siniestro, ambas pólizas podrían entrar en juego y deben coordinarse para evitar un pago excesivo.
Otro caso típico se da en las comunidades de propietarios.
El edificio puede estar asegurado por una póliza comunitaria y, adicionalmente, cada vivienda puede tener su propio seguro.
Ante un siniestro, como un incendio, ambas aseguradoras deben repartir las indemnizaciones de forma proporcional para no superar el valor del bien afectado.
También es común en seguros de decesos, donde una persona puede estar asegurada por varias pólizas familiares y personales.
En estos casos, solo una aseguradora presta el servicio, y las demás deben compensar a los beneficiarios con indemnizaciones, ajustándose a los límites establecidos para evitar el lucro indebido.
Si estás en alguno de estos casos y no sabes cómo proceder, nuestra recomendación es que acudas a un abogado especialista en reclamaciones de seguros para ayudarte con todo el proceso.